2. El sionismo y Palestina
A- El sionismo
El nacimiento del sionismo está ligado política e ideológicamente a la eclosión de los nacionalismos europeos del siglo XIX, que tuvieron como bandera común la idea de «un pueblo, un Estado» y que está en el origen del concepto de Estado-nación. Al calor de esa idea se formaron distintos Estados europeos, surgidos del desmembramiento de los imperios o bien a través de la unificación de Estados con similar cultura y lengua (como Italia y Alemania). Paralelamente a ese desarrollo nacionalista, nació el nuevo imperialismo y aparecieron las nuevas doctrinas de la superioridad racial que condujeron a la creación de partidos, y más tarde, regímenes fascistas. En este ambiente excluyente se desarrolló el antisemitismo, que en esencia considera a los judíos como pueblo sin patria, ajenos al cuerpo de la nación y enemigos potenciales de ésta. La reacción de la burguesía judía europea a esta hostilidad y este antisemitismo fue la búsqueda de un proyecto político del que da cuenta el nacimiento de las corrientes sionistas que predicaban la necesidad de crear un Estado para los judíos europeos. Fue, en realidad, la respuesta a este ambiente hostil.

El sionismo sostenía que los judíos eran primordialmente un grupo nacional (como los polacos o los alemanes) y no un grupo religioso (como los musulmanes o los católicos) y que, como tal, tenía derecho a crear su propio Estado. La formulación clásica de la idea es la que hizo Theodor Herzl en su opúsculo Der Judenstaat (El Estado judío, publicado en Berlín y Viena en 1896), que tiene como precedentes doctrinales la obra de Moses Hess Roma y Jerusalén (1860) y la del médico judío ruso Leo Pinsker Autoemancipación (1882), de carácter panfletario, que contiene ya la consigna «Ayudaos, que Dios os ayudará». El sionismo se puso como objetivo primario la creación de un Estado judío, considerando que con ello devolvía a los judíos su estatus de nación y acabaría con el antisemitismo al que estaban sometidos en Europa.

Las ideas y objetivos del sionismo fueron transformados en un proyecto colonial siguiendo la tendencia general de los nacionalismos europeos en la era del llamado “Nuevo Imperialismo”. Así, en 1897 nace la Organización Sionista Mundial (órgano político del Movimiento Sionista), fundada en Basilea (Suiza) por Theodor Herzl, considerado el padre del sionismo en general y de la rama política en particular (otras corrientes son: el sionismo socialista, el sionismo revisionista, el sionismo religioso, etc).

Figuras importantes en la historia del Movimiento Sionista:
Moses Hess ,Nacido 1812, Alemania
Theodor Herzl (austriaco) , Nacido 1860, Hungría
David Ben-Gurión , Nacido 1886, Polonia
Eliezer Yitzhak Perelman , Nacido 1854, Rusia
Max Brod , Nacido 1884, República Checa
Abraham Isaac Kook , Nacido 1864, Letonia
Zeev (Vladímir) Jabotinsky , Nacido 1880, Rusia
Isaac Shamir , Nacido 1915, Polonia
Shimon Peres , Nacido 1923, Polonia


En el Congreso Sionista celebrado en Basilea (1897) se barajaron varias propuestas para la construcción del Estado judío. Algunas fueron como Argentina — en la que se crearon numerosas colonias de inmigrantes judíos europeos—, o en África Oriental colonizada por el Imperio Británico (el conocido como «proyecto Uganda», en la actual Kenia), ofrecida por el Gobierno británico; éstas propuestas (y otras como Chipre y Madagascar) fueron estudiadas por Herzl (en su obra habla de ventajas, comparando entre Argentina y Palestina) y también fueron debatidas durante el Congreso de (1897). Finalmente, aquellas propuestas fueron rechazadas por la dirigencia sionista, y se optó por concentrar los debates y los esfuerzos en el establecimiento del futuro Estado en Palestina, una región en manos del Imperio Turco, y pensando en que el factor religioso podría atraer a las masas judías europeas al proyecto sionista y alejarlas de los movimientos políticos burgueses y obreros europeos. Cabe añadir que sólo, en el 7º congreso de la Organización Sionista Mundial (1906), se llega a tomar la decisión definitiva de establecer el futuro Estado judío en Palestina. En resumen, se estaba poniendo en práctica y materializando una leyenda sobre una tierra prometida por Dios a su pueblo elegido. El carácter laico de los fundadores del sionismo y la gran influencia que tenían de los nacionalismos excluyentes de la Europa del siglo XIX, no impidieron que ésos aceptaran y utilizaran la leyenda bíblica del Antiguo Testamento sobre la “tierra prometida” para conseguir sus objetivos políticos.

El sionismo
El Movimiento Sionista nace en Europa en el seno de la burguesía aria judía. Ha sido, en el origen, una expresión clara de los intereses del capital de la burguesía judía europea que, en medio de un nacionalismo europeo hostil, buscaba una patria propia. La inmensa mayoría de los clásicos ideólogos y lideres de este Movimiento formaban parte de la burguesía judía aria, es decir eran azhkenasi, es decir Khazares, en otras palabras, arios europeos que se convirtieron a la religión judía en un determinado momento de la Historia, por lo tanto, no eran hebreos, no eran semitas, ni tenían linaje real con los judíos de Medio Oriente. El término “semita” hace referencia a los pueblos citados en la Biblia descendientes de Sem. Y para los antropólogos, los pueblos semitas son los pueblos que habitaban esa región como cananeos y filisteos, hebreos, árabes, fenicios, asirios y aramios etc…


A partir de (1898), el centro de la Organización Sionista Mundial se estableció en Viena, donde Herzl publicó su semanario oficial Die Welt (El Mundo). Los congresos sionistas se celebraban anualmente hasta 1901 y después cada dos años. Cuando el Gobierno otomano rechazó la propuesta de Herzl de otorgar Palestina a los judíos europeos, los sionistas buscaron el apoyo de Gran Bretaña.

Con la muerte de Herzl en 1904, el liderazgo sionista se trasladó de Viena (Austria) a Colonia y después a Berlín (Alemania). Antes de la Primera Guerra Mundial, sólo una minoría de judíos pertenecía al sionismo, la mayoría rusos, dirigidos por judíos austríacos y alemanes. En esta época, el sionismo era la única asociación judía mundialmente organizada. El sionismo desarrolló una intensa propaganda a través de oradores y panfletos, creó diarios en diversos idiomas e infundió ímpetu al "renacimiento judío" en las letras y las artes. El desarrollo del hebreo moderno se llevó a cabo durante este período.