Obama se acerca a los líderes izquierdistas latinoamericanos

escrito por Agencias / lunes, 20 de abril de 2009
La Quinta Cumbre de las Américas, que culminó sus trabajos hoy en Trinidad y Tobago, marcó el debut del presidente estadunidense, Barack Obama, quien logró acortar distancias con Cuba y reducir las tensiones con sus pares izquierdistas de la región, quienes por separado destacaron el inicio de una nueva era en las relaciones de América Latina con Washington. “Estas conversaciones abrieron una nueva era en la asociación de nuestras naciones. En los últimos días hemos visto potenciales señales positivas en las relaciones de Estados Unidos, Cuba y Venezuela”, indicó Obama, quien subrayó que “la prueba para todos es que no sean sólo palabras, sino también hechos”.

Al ofrecer una conferencia de prensa al término del encuentro que reunió a 34 jefes de Estado y de gobierno del hemisferio, el jefe de la Casa Blanca indicó: “Mostramos que aunque tengamos nuestras diferencias, podemos y debemos trabajar juntos en cuestiones en las que tenemos intereses comunes. Mostramos que no hay ni grandes ni pequeños socios en América, sólo somos compañeros, comprometidos en avanzar en una agenda común con retos comunes”.

“Creo que las señales emitidas hasta ahora constituyen al menos una oportunidad para el diálogo franco sobre un abanico de temas, incluidas las áreas de democracia y derechos humanos en todo el hemisferio”, indicó el primer afroestadunidense en llegar a la Casa Blanca.

Creo que las señales emitidas hasta ahora constituyen al menos una oportunidad para el diálogo franco sobre un abanico de temas, incluidas las áreas de democracia y derechos humanos en todo el hemisferio, indicó el primer afroestadunidense en llegar a la Casa Blanca.Señaló: “sé que tenemos por delante un largo camino para superar décadas de desconfianza”. Admitió que medio siglo de políticas estadunidenses hacia Cuba “no han funcionado como nosotros deseábamos”, ya que el “pueblo cubano no es libre”.

Tras señalar que la política estadunidense hacia la isla no cambiará “de la noche a la mañana”, resaltó: “el hecho de tener a (el presidente cubano) Raúl Castro diciendo que su gobierno está dispuesto a debatir con nosotros no sólo sobre asuntos como el levantamiento del embargo, sino también cuestiones de derechos humanos y presos políticos, es un signo de progreso”.

Castro se declaró el pasado jueves dispuesto a un diálogo abierto con Estados Unidos, pero en “igualdad de condiciones y sin la más mínima injerencia sobre nuestra soberanía”, durante la Cumbre de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), que tuvo lugar en Venezuela.

El consejero económico de Obama, Lawrence Summer, aseguró que poner fin al embargo estadunidense que pesa sobre Cuba desde hace 47 años no es una tarea para mañana y “dependerá de lo que haga Cuba de aquí en adelante”, en declaraciones a la cadena NBC.

Obama puso como ejemplo de herramienta para influir en el exterior, la política cubana de enviar miles de médicos a países de la región.

“Eso es un recordatorio para nosotros de que si la única relación que mantenemos con muchos de esos países es la lucha contra el narcotráfico o la cooperación militar, podría ser que no estemos desarrollando las conexiones que con el tiempo pueden incrementar nuestra influencia y tener un efecto benéfico cuando tratemos de promover políticas que nos interesan en la región”, señaló.

Eso es un recordatorio para nosotros de que si la única relación que mantenemos con muchos de esos países es la lucha contra el narcotráfico o la cooperación militar, podría ser que no estemos desarrollando las conexiones que con el tiempo pueden incrementar nuestra influencia y tener un efecto benéfico cuando tratemos de promover políticas que nos interesan en la región, señaló.El demócrata reconoció que “el poderío militar no es más que un solo brazo” del poderío estadunidense, y sostuvo que su gobierno debe utilizar también la “diplomacia y la ayuda al desarrollo” de una manera “más inteligente”.

Obama defendió su acercamiento con su par venezolano, Hugo Chávez, durante la cumbre, y negó que una relación más “constructiva” con Caracas pueda hacer peligrar “intereses estratégicos” de Washington.

Indicó que tiene “grandes diferencias” con su par venezolano en “cuestiones económicas y de política exterior” y que la retórica del mandatario frente a Washington ha sido “incendiaria”.

Durante su encuentro con la prensa, Obama condenó el complot denunciado por el gobierno boliviano contra su homólogo, Evo Morales, el pasado jueves, y rechazó cualquier vínculo de su país con el hecho.

“Quiero ser muy claro: me opongo absolutamente y condeno cualquier intento de derrocar violentamente un gobierno democráticamente electo, pase donde pase en el hemisferio. Esa no es la política de nuestro gobierno, no es el modo como el pueblo estadunidense espera que se comporte su gobierno y por lo tanto, quiero ser totalmente claro en eso”, hizo énfasis Obama al responder al retó planteado por Morales aquí el viernes a rechazar explícitamente el intento de magnicidio, tal como lo hicieron casi todos los países del hemisferio.

Quiero ser muy claro: me opongo absolutamente y condeno cualquier intento de derrocar violentamente un gobierno democráticamente electo, pase donde pase en el hemisferio. Esa no es la política de nuestro gobierno, no es el modo como el pueblo estadunidense espera que se comporte su gobierno y por lo tanto, quiero ser totalmente claro en eso, hizo énfasis Obama al responder al retó planteado por Morales aquí el viernes a rechazar explícitamente el intento de magnicidio, tal como lo hicieron casi todos los países del hemisferio.Para Chávez, “la cumbre se acercó a la perfección. Reinó la cordialidad y terminó con éxito y con un clima nuevo”, y “abrió los portones a una nueva era de relaciones para todos los países de nuestro continente”.

Indicó que su gobierno y el de Estados Unidos tienen la voluntad política para trabajar juntos pese a sus diferencias ideológicas, luego de varios años de fuertes tensiones diplomáticas entre ambas naciones, y a su llegada a Caracas, declaró que su país logró “uno de sus más grandes éxitos”, al defender “posiciones de soberanía y dignidad” durante la quinta Cumbre de las Américas.

Señaló que “pareciera que los cambios que comenzaron en Venezuela a finales del siglo XX han comenzado a llegar a la misma Norteamérica”, al aludir el buen clima que reinó durante la cita entre los mandatarios de América Latina y Obama.
Chávez se congratuló de que el tema de Cuba, único país del hemisferio ausente de la cumbre, haya estado presente “de principio a fin”.

En similares términos habló el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, quien afirmó que ve una nueva era en la relación entre Washington y América Latina, y advirtió que la potencia del norte no debe “esperar gestos” de Cuba para seguir el proceso de acercamiento.

“Yo le dije a Chávez, ‘tu divergencia era con (el ex presidente George W.) Bush y no con Estados Unidos, éste es el momento’. Ese clima está por lo menos recién creado. La reunión permitió dar un paso”, relató Lula a periodistas antes de emprender su regreso a Brasil.

“Puede crearse una nueva dinámica. Vamos a ser francos, todos esperaban que Chávez y Obama se atacaran y ocurrió exactamente lo opuesto”, añadió.

Puede crearse una nueva dinámica. Vamos a ser francos, todos esperaban que Chávez y Obama se atacaran y ocurrió exactamente lo opuesto, añadió.

Señaló además que se acabó el tiempo en que América Latina esperaba todas las soluciones a sus problemas desde Estados Unidos, indicando que los males que aquejan a la región deben ser resueltos por ella, sin interferencias.

El gobernante de Ecuador, Rafael Correa, señaló que la cumbre permitió “una nueva era de diálogo abierto, franco y amigable”, mientras su colega hondureño, Manuel Zelaya, declaró que la cumbre significó el comienzo de “un nuevo camino histórico” entre Estados Unidos y América Latina, y que ambas partes salieron con dignidad del encuentro.

De su lado, el presidente de Panamá, Martín Torrijos, sostuvo que “ha sido una cumbre en la cual ha prevalecido el respeto”, y que abre una “nueva página en las relaciones hemisféricas”.

Y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, destacó el ambiente tenso que se respiraba antes del encuentro y cómo hubo “un cambio drástico durante la cumbre”.