Y la esperanza venció al miedo


Mauricio Funes es el nuevo presidente de El Salvador.


Amigas y amigos,
Esta es la noche más feliz de mi vida.
Y quiero que sea, también, la noche de la más grande esperanza de El Salvador.
Quiero abrir esta noche pidiendo, de forma humilde y emocionada, muchas gracias a todos los que votaron por mi.
A todos los que escogieron el camino del cambio y de la esperanza.
A todos los que vencieron el miedo y se entregaron con el pecho abierto a la lucha democrática por un nuevo El Salvador.
Quiero que esta noche tenga el mismo sentimiento de esperanza y reconciliación, que el día en que se firmaron los tratados de paz de nuestro país.
Sí, porque, en esta noche también se firma un nuevo tratado de paz.
Un tratado de reconciliación del país consigo mismo.
De hermanos con hermanos.
De hermanas con hermanas.
Esta es la gran noche de la nueva familia salvadoreña.
Y, para ser parte de esta fiesta, para ser parte de la gran tarea de construcción del futuro, yo invito a todos mis compatriotas, sin distinción de partidos, de genero, de raza, credo o clase social
Quiero ser el líder de la paz, de la unión y del progreso.
Quiero ser el líder de la justicia social.
Quiero ser el líder de la verdadera reconstrucción del país, que comienza con la reconstrucción da vida de las personas.

Amigas y amigos,
Sé que tendremos un largo y trabajoso camino por delante.
Pero si el camino fuese fácil nosotros no habríamos sido llamados.
Nosotros fuimos llamados porque aquellos que estuvieron todos estos años en el poder ya no tenían más respuestas para nuestros problemas.
Su modelo estaba agotado.
Esta es la riqueza y la belleza de la democracia: cuando un partido o grupo social se agota en el poder, la sociedad convoca otro para sustituirlo.
Para trabajar en favor de los intereses de la mayoría.
Nosotros tenemos que llegar con la humildad de que no somos los mejores del mundo.
De que no somos los únicos buenos.
De que no somos los dueños de la verdad.
De que no somos los salvadores de la patria.
Ni que tenemos el monopolio del saber.
No podemos caer en el gran error de arena, que siempre se cerró a la contribución de otros segmentos sociales.
Que siempre se mostró insensible al dolor de los grandes sectores desprotegidos.
Y que siempre quiso perpetuarse en el poder como si solamente ellos supiesen o pudiesen gobernar.
¿Cómo, entonces, debemos llegar al poder?
Debemos llegar con la más fuerte voluntad, la más intensa energía y el más inquebrantable coraje, que ya existen en esta tierra.
Con el mayor sentimiento de amor que ya inundó nuestra patria.
Y con el mayor deseo de cambio que ya envolvió nuestros corazones.

Amigas y amigos,
Quiero hacer un gobierno de union nacional, pero una unión basada en el cambio.
Los salvadoreños votamos por el cambio, y el cambio vendrá.
Un cambio seguro, con estabilidad, sin ruptura del sistema económico y jurídico del pais.
Pero con cambios profundos en el modelo de la gestion pública, de la transparencia, de la participacion y de la justicia social.

Amigas y amigos,
Esta es la hora del perdón y de la reconcilicación.
Perdono a todos los que nos agredieron y calumniaron.
Y pido, también, que me perdonen aquellos que en el calor del embate, pudiesen haberse sentido ofendidos por alguna actitud mía.
Esta es la hora de la reconciliación porque solamente con paz y unión podemos vencer, más rápido, los graves problemas que nuestro país enfrenta.
Es hora de acción y no de agresiones.
Es hora de avanzar hacia el futuro y no de venganzas del pasado.
Es hora de disfrutar de un amplio esfuerzo de realizaciones por la patria.
Quiero ofrecer al presidente saca todo mi apoyo para que él concluya bien los últimos meses de su gobierno.
Y tengo la certeza de que él va a facilitar el trabajo de los equipos de transición.
Eso será fundamental para que el país no sufra ningún perjuicio, ni se agrave la crisis económica que enfrentamos.
Prometo respetar, hasta el último día, la autoridad de nuestro presidente y de su equipo de gobierno, pues eso es fundamental para el equilibrio democrático y el buen funcionamiento de las instituciones.
Quiero hacer un llamado especial a los poderes legislativos y judiciales que se integren, de manera soberana e independiente, en este esfuerzo de construcción del futuro de nuestra patria.
Tengo la absoluta certeza de que ellos tendrán un papel firme y positivo en este momento especial de nuestras vidas.
El día primero de junio, todos los salvadoreños, juntos, vamos a dar vuelta una página de nuestra historia e inaugurar un nuevo capítulo de esperanza.
Convoco a todos los salvadoreños y salvadoreñas, que nos unamos para reconstruir nuestro país y hacer de El Salvador, de verdad, un país para todos.

Muchas gracias, que dios nos bendiga y buenas noches.