Barack Obama… El mismo yanqui con diferente cachimbo...
Por: Ricardo Pérez(*)
Fecha de publicación: 09/11/08
Bien es sabido históricamente que EE.UU. es una Nación capitalista por excelencia. A decir de esto, su Estado no obedece a una concepción política como tal, sino a un Estado que se orienta sobre la razón utilitarista de lo económico, a la ganancia y a la maximización de recursos a todas bruces. La pregunta pertinente se remonta a preguntarnos: ¿Qué está pasando en EE.UU. que ganó un candidato de color negro? La respuesta nos interesa porque de seguro los asuntos internos de ese país no anda nada bien ni pueden andarlo, porque la caída del capitalismo mundial ya no es un cuento de Hadas y se sabe de igual manera del aumento en las votaciones producto del descontento social que se vive en lo interno de ese país. Pero no nos confiemos de nada, sabemos al respecto que frente a las contradicciones internas del capitalismo norteamericano no se pueden hallar salida bajo opciones de corte social y que siempre optaran por la fuerza militar y el restablecimiento de la economía vía saqueo a países indefensos que posean recursos naturales de importancia para su modos de vida y su economía como lo han hecho históricamente en América Latina y demás países del mundo como Irak. En este sentido es iluso hablar de un cambio en materia de política exterior que provenga del nuevo Presidente como tal, aunque he visto mucho zamuro comiendo alpiste, es posible que ante la imposibilidad real de atacar a países como Venezuela busquen un tipo de diplomacia orientada a la cooperación y no del todo a la fuerza. Pero no olvidemos que la caída del capitalismo actual obedece no solo a una crisis energética, sino a los múltiples cambios que se vienen produciendo en la nueva geopolítica mundial y a las grandes desigualdades mundiales entre países pobres y países ricos. La situación en este sentido es evidente y ya sabemos que la crisis sociales en EE.UU. importan un comino, sabiendo por demás que para una nación con estas características el aparato represivo del Estado es de gran contundencia y el aparato ideológico idiotizador de conciencias es aún mayor. Importante resulta destacar que con este evidente descalabro económico, los años venideros serán de un matiz oscuro donde Obama hará las veces de chivo expiatorio, pues no tardará mucho tiempo en su gobierno para que lo acusen de lo que vendrá posteriormente. Sin embargo, no es mentira que el mayor imperialismo mundial está sumido en una crisis económica, social y militar muy profunda. Sobre esto se sabe que pierde o no gana del todo las guerras de Irak y Afganistán y que el repudio hacia ellos en América Latina anda sino bien de mal en peor. Las atrocidades y magnicidios llevados a cabo sobre Irak donde se voló toda la identidad cultural de un pueblo, se destruyeron y saquearon sistemáticamente elementos históricos de gran importancia para la humanidad y donde se intenta establecer un títere como Presidente es ya un cuento repetido y repudiado por la opinión pública mundial. De igual manera no olvidemos porque es reciente, que los 700.000 millones de dólares que se le inyectó a los bancos fueron apoyados por Obama y repudiado por el pueblo de EE.UU., siendo esta la primera evidencia que nos indica que tarde o temprano se antepondrá lo económico sobre lo social. Pero todo esto tiene su explicación y su bozal de arepa correspondiente, tanto John McCain como Barack Obama recibieron fondos de estos bancos y de otras trasnacionales (Véase: www.opensecrets.org). En lo específico, Barack Obama recibió 265.439.277 de dólares de los bancos: Goldman Sachs, Citigroup y Morgan Chase.

(*)Sociología UCV.

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