Aprender a leer entrelíneas
Elecciones en Nicaragua y Venezuela
Editorial de Liberación
Aunque internet haya acercado los medios de comunicación alternativos a la mayoría de los que acceden a ese servicio, los grandes medios de comunicación controlan también la información en la llamada "red de redes".
Estudios recientes demuestran que los grandes medios de comunicación dominan en internet, por lo que la información que allí se recibe, también está manipulada por los mismos intereses.
Esta semana, dos casos latinoamericanos ilustran una manipulación política que de los medios escritos pasan a internet, tergiversando los hechos y buscando aislar a los gobiernos de Nicaragua y Venezuela.
En un caso, la "dictadura" de Daniel Ortega triunfa en las elecciones municipales. La oposición, como ya había anunciado antes de los comicios, denuncia "irregularidades" y falta de control de organismos internacionales.
La victoria del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en las principales ciudades del país parece haber tomado por sorpresa a los medios de comunicación internacional, que 24 horas después de los comicios seguía sin informar de sus resultados.
Previo a las elecciones del domingo, la prensa internacional se explayaba sobre lo que denominaba "será un examen a Daniel Ortega", anticipando lo que creían iba a ser una derrota electoral del gobierno.
Transcurrida la jornada electoral, con algunos incidentes como en anteriores elecciones, la prensa opositora nicaragüense comenzó a denunciar irregularidades, fraude, e intimidaciones de los sandinistas. Los medios de prensa nicaragüenses, en su mayoría opositores al gobierno, fueron cambiando sus titulares de una expectativa positiva a la campaña de desacreditación de los comicios. Cuando todavía tenían expectativas de triunfo, eran moderados en las denuncias de incidentes y hasta reconocían incidentes provocados por la oposición. Después, todo fue denuncia.
Así se comenzó a preparar los titulares que después repetirán los grandes medios extranjeros, si es que no se convocan a silencio, como sucede cada vez que las cosas no resultan como quieren.
Guste o no guste Daniel Ortega, es evidente que la derecha internacional no quiere sandinistas, aunque hoy sean moderados, en el gobierno de Nicaragua. Es que la derecha es revanchista, vengativa y además no acepta de buena gana ni un solo cambio, no quiere ceder ni un metro de terreno de sus conquistas neoliberales, por más mala prensa que tenga el neoliberalismo tras la crisis financiera que preocupa a todo el mundo.
De la misma manera, los grandes medios internacionales están buscando como aislar al presidente venezolano Hugo Chávez. Un cable de la agencia británica Reuters, fue titular de casi todos los medios internacionales de prensa. " Chávez amenaza con sacar tanques y encarcelar a adversarios" decía el cable de la agencia británica. Para avalar su título, transcribía frases aisladas de un discurso del presidente Chávez, sin mencionar el contexto de sus afirmaciones.
"Si ustedes permiten que la oligarquía (...) regrese a la gobernación, a lo mejor voy a terminar sacando los tanques de la brigada blindada para defender al gobierno revolucionario y para defender al pueblo", citó Reuters. El problema es que el cronista o editor de la nota, decidió ignorar las advertencias previas del presidente venezolano sobre los planes de la oposición de desestabilizar el país y promover un golpe de Estado. Entonces "sacar los tanques a la calle" era un recurso legítimo de un gobierno constitucional ante un golpe de Estado. Reuters y quienes la siguieron, ignoraron eso.
Sobre la amenaza de "encarcelar a la oposición", los editores de la agencia británica, olvidaron mencionar que la misma estaba dirigida al gobernador de Zulia, Manuel Rosales, investigado por corrupción y proteger a los paramilitares colombianos que han cruzado la frontera para instalarse en ese Estado.
La "amenaza" también estaba dirigida al gobernador de Sucre, Ramón Martínez, que anunció que no iba a entregar el gobierno si perdía las elecciones.
Es decir que amenazar con encarcelar a un corrupto o a quien ignore el mandato de las urnas, está mal para los grandes medios de comunicación. Sería como decir que las leyes "amenazan" con cárcel a los delincuentes.
Mientras no se promocionen y se establezcan medios de comunicación alternativos internacionales, habrá que aprender a leer entrelíneas para no quedar enredados en las telerañas de mentiras de la derecha internacional.
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