Cuba o es socialista o no será para el bien de todos
por Roberto Cobas Avivar
Sábado, 21 de Septiembre de 2013
Impedir con la revolución socialista en Cuba, que la revolución social habida acabe en el basurero de la historia, y con ello que todos los caminos conduzcan a “Roma”
La poesía de la Revolución cubana alzó el vuelo sobre los vientos de una revolución social que por soberanista y anti imperialista jaló la esperanza de libertad de millones de cubanos.
La libertad como palabra hecha cuerpo en el pan y los derechos sociales para todos nunca dejó de ser incompleta en la Cuba revolucionaria. Porque la revolución social se torna burguesa y abraza el capital en contra del trabajo ahí donde no continúa como revolución socialista.
No existe otra convicción que pueda conducir al pueblo hacia la definitiva emancipación. Emancipación social, económica y cultural del capital. La revolución social cubana, emprendida con el triunfo rebelde sobre la clase oligárquico-burguesa estadounidense y su sub-clase pequeño-burguesa criolla servidora, plantó el precedente continental de que un mundo realmente humano era posible. Y que imposible es la dignidad de los pueblos sin la redención del trabajo. Toda la filosofía política del pensamiento retrógado burgués se vino abajo con la revolución social cubana. Las derechas sempiternas, adictas al capital como su fuente privada de enriquecimiento, se han visto desnudas y derrotadas ante el espectáculo de una revolución de los oprimidos por el capital.
Con la revolución social cubana y el proceso político de transformar el estado burgués al servicio del capital capitalista, la contradicción antagónica socialismo/capitalismo dejó de ser una conferencia universitaria para convertirse en una realidad objetiva. Y esa puja trascendió los límites geográficos de la Isla para ser foco de atención y decisión del capital internacional, especialmente el acumulado por las oligarquías norteamericanas, de violentar el desenlace en favor de la reconversión capitalista de Cuba.
Puesto que, signifiquemos, la contradicción socialismo / capitalismo puede ser sólo antagónica. De ello estamos siendo testigos de excepción - para los que la historia quedó en los manuales escolares - con la recia lucha de clases por el socialismo en Venezuela Bolivariana. La creencia en lo contrario es lo que alimenta todo el socialismo vulgar con que las izquierdas reformistas han decidido, ya desde los tiempos de la revolución francesa, mantener el trabajo social al servicio del capital privado. La revolución cubana, para ser revolución socialista, no tenía otra opción que la de ir a las raíces de dicha contradicción. Las imposibilidades coyunturales en la lucha por la consolidación del poder revolucionario ante el desenfreno violentador de las derechas yanqui e internacionales vino a sumarse a la incapacidad política de la dirección de la revolución, su partido y su gobierno, para entender que la lucha se ganaba con la plena emancipación del trabajo de la tenaza del capital.
Convertir el capital privado en capital del estado no podía eliminar la causa motora del antagonismo capital/ trabajo. La contradicción socialismo/capitalismo, por lo tanto, se enquistaría en el antagonismo que viene a implosionar el modo y las relaciones sociales de producción del sistema político cubano. No implosiona en Cuba socialismo alguno. Lo que se ha quebrado es la armazón - la base – neocapitalista del modo de producción conformado. El capital, habiéndose hecho una meta-propiedad del estado, “en manos de todos y en manos de nadie”, mantiene la explotación del trabajo asalariado como relación de alienación social del trabajo.
Son cincuenta años de alienación social del trabajo lo que pone a Cuba al borde del precipicio. Pero la constatación del abismo al que públicamente alude el Presidente de la República Raúl Castro, Jefe de la única fuerza política con derecho a decidir sobre el destino de Cuba y los cubanos, no posee la visión revolucionaria ni la capacidad del pensamiento crítico marxiano para ver y definir la esencia de la contradicción objetiva que, por materialista, lleva al agotamiento terminal de todo el modelo socioeconómico cubano.
El problema, sin embargo, no se reduce a la miopía política de un Líder. El problema es la regimentación antidemocrática del sistema político. El pensamiento colectivo crítico ha sido encorsetado y ni la misma militancia partidista supuestamente apoderada de las riendas decisorias ha sido fuente de pensamiento. Pero nada es casualidad. En un sistema socioeconómico donde la fuente de emancipación del pueblo, el trabajo, ha seguido siendo sometida por el capital, en manos de la extensa burocracia político-administrativa y bajo el voluntarismo autoritario de la cúpula decisoria al frente del Estado y el Gobierno, la democracia ha sido la primera sacrificada, idénticamente igual que bajo las relaciones capitalistas de produicción.
Y bajo este régimen político antidemocrático es que se le impone al pueblo cubano toda la transformación socioeconómica liberal-burguesa en marcha. Toda voz que calle, todo pensamiento que se auto censure ante esta realidad política está empujando, directa o indirectamente, la revolución social cubana habida hacia la reconversión capitalista. Este debate revolucionario permanece censurado por el PCC. De modo que no existe otra vía que la de la oposición revolucionaria al dictad antidemocrático que cierra los caminos de la revolución socialista en Cuba.
No tuvieron ninguna duda sobre la puja democrática ni el poeta independentista Martí ni el revolucionario materialista Marx. Pensar que el hombre sólo de pan podía vivir, y reducir el espíritu de la conciencia a la regimentación de la cultura puso de rodillas el alma revolucionaria del cubano, recién espoletada por el empuje de redensión social del triunfo rebelde de 1959. Eso lo conoce y lo lleva bajo la piel el pueblo cubano.
El proyecto socialista de la revolución social cubana declina hacia una clara transición capitalista. Una señal definitoria del rumbo capitalista en que el PCC encarrila a Cuba ha llegado ahora con el proyecto de Código del Trabajo que se implantará en el país. Abundan análisis importantes sobre la naturaleza anti obrera del proyecto en cuestión (ver, entre otros, los trabajos de Claudio Fernández). Pero lo decisivo a señalar apunta a que el proyecto de Código de Trabajo es ante todo anti-socialista.
El eje de la reforma socioliberal pro capitalista impuesta por el PCC se establece con desenfado ahora en la propuesta de Código de Trabajo. La naturaleza capitalista del reformismo laboral se da con un concepto que expresa toda la idea del modo y las relaciones sociales de producción capitalista. La figura capitalista-burguesa del EMPLEADOR. Si los Liniamientos de Política Económica y Social (LPES) con los que el PCC emprende la reforma estructural del modelo socioeconómico cubano establecen, en su esencia liberal burguesa, la figura del EMPRESARIO como eje del modo de producción, la figura del EMPLEADOR viene a enmarcar el carácter ideológico de las relaciones sociales de producción que van a mediar el mundo del trabajo de los cubanos.
¿Se podrá sacar de ese contexto laboral-empresarial la creación de las zonas de libre comercio que bajo el nombre de “Zonas de Desarrollo Económico” (ZDE) - como el Mariel en estos momentos – estarán insertando a Cuba en los modelos del desarrollismo capitalista? Los LPES se han cuidado de no establecer principios de control y gestión obrera de la empresas llamadas socialistas. ¿Cómo es que serán socialistas las empresas mixtas o 100% de capital ajeno en las llamadas ZDE sin que puedan sus trabajadores decidir sobre: los fondos de inversión, los fondos de salario, los fondos sociales, las estrategias de desarrollo y ejercer el control directo sobre el capital social?
Con el desenfado liberal declarado por el PCC - en palabras del Jefe de la Asamblea del Poder Popular y Miembro del Buró Político, Esteban Lazo - de convertir en los próximos años no menos del 40% de la fuerza de trabajo en mano de obra asalariada empleada por el empresario privado, tenemos un cuadro explícitamente claro del carácter contrarrevolucionario derechista del reformismo socioeconómico emprendido por el PCC. Tomándose en consideración que la otra porción de la fuerza de trabajo permanecerá en su alienación asalariada bajo el empresario estatal, hoy con las atribuciones del manager capitalista, al servicio del capital, de cuyo rendimiento dependerá la existencia, el avance y la acumulación de dicho empresario, puede advertirse que las condiciones para la transformación capitalista del modo de producción están sembrándose.
El cuadro de dicha transformación se completa cuando se constata que los Lineamientos LPES han procurado ignorar toda estructuración de poder obrero democrático sobre los medios de producción y, en esencia, sobre el capital. No es casualidad, por lo tanto, que el Código de Trabajo que el PCC le impone a los trabajadores cubanos esté diseñado en función del capital, no en función del trabajo. Toda la visión de una sociedad socialista, democráticamente empoderada, de un estado socializado atravezado por el poder popular comunitario en la autogestión de la reproducción material y humana, reducida a un reformismo economista socioliberal. Tanto nadar hacia el mejoramiento humano para perecer en la orilla capitalista.
A canto y cal
Cuando sobre estas esencias no se debate en Cuba. Cuando, al contrario, se refuerza el régimen de represión política contra el pensamiento crítico y la palabra revolucionaria que lo articula. Cuando no se es capaz de vincular la revolución social con la idea de revolución socialista. Cuando no se quiere advertir que el socialismo no es más que un pretexto contrarreevolucionario si la democracia no es su esencia. ¿Cómo es posible que se siga cantando que la libertad nació con alas?. Si la libertad del ser social es por antonomasia socialista, cómo es posible que se le vea divorciada de la demo-cracia?
¿Cómo es posible que se llame torpeza a las declaraciones del artista cubano que, desde una tribuna anti imperialista en Cuba, aprovecha el breve espacio en que no está la censura del estado contrarrevolucionario de la burocracia, para expresarse, fuera del adoctrinamiento anti comunista establecido por el PCC de “expresarse políticamente en el lugar debido y por los canales establecidos”. Pero cuando Michael Moore convierte para estupor de la burguesía la tribuna burguesa de los Oscares en una tribuna contra la desidia capitalista no se le ahorran cintillos en los medios cubanos. A diferencia del joven artista, justo en la tribuna anti imperialista con su reclamo de democratización del sistema político cubano, los artistas cubanos ganadores del premio Goya por un film cubano sobre zombies se embelezan en la “puerta” que se le abre afuera al cine independeinte cubano, mientras los artistas españoles galardonados con los Goyas convierten el escenario de premiación, para estupor del orden burgués, en una verdadera tribuna anti capitalista.
Toda la esencia del estado anti socialista de la burocracia se pone de manifiesto cuando el Ministerio de Cultura, cual omnipotente “perdonavidas” del estado anti socialista de la burocracia, sanciona la “torpeza” del artista y luego, por la reacción adversa en la sociedad, le “da” el derecho a ejercer la expresión artística, le quita la sanción al artista, y “lo deja” seguir cobrando el salario que por sus actuaciones el dueño del capital monopilista de estado le paga. ¿Cómo es posible que el “trovador revolucionario mayor” no vea más que torpeza política en la actitud del joven artista, y paternalistamente le eche una mano por el hombro para llevarlo a cantar por los barrios de Cuba?. Pero si es que los barrios de Cuba hierven en pensamientos similares a los del “torpe” artista.
Desde los muchos frentes de lucha contra el imperialismo y por la revolución cubana se puede estar de acuerdo con el sistema de elecciones cubano, pero no se puede entender la democracia como un derecho que ha de mendigarse. No, si se cultiva el credo revolucionario del Che. Porque si de lo concreto se trata, ese sistema político de elecciones - donde un partido único no elegido en elecciones algunas, y que de acuerdo al centralismo anti democrático ejerce el poder omnímodo por encima de los poderes electivos - está dentro de las causas de la implosión del sistema socioeconómico cubano. ¿O acaso se argüirá que el bloqueo yanqui contra Cuba es la causa del ocaso del socialismo en Cuba? ¿O se pretenderá seguir afirmando que el socialsmo florece en Cuba, y al mismo tiempo mantener la censura del debate sobre el socialismo en Cuba?
Si el debate revolucionario sobre el socialismo en Cuba permanece conculcado por el Estado y el PCC, ¿cuáles son los espacios donde se ha de ver la luz? Cómo es que viene a menos el artista simple cubano “torpe” que desde la tribuna anti imperialista por la lucha en pos de la liberación de los 5 asume el riesgo revolucionario de la palabra prohibida bajo rigor de represión política? La lucha por los 5 o es una lucha por la meridiana revolución socialista en Cuba, o se estará traicionando la misma causa de los 5[i]. Lo que sigue estando en juego es la definitiva emancipación de 11 millones de cubanos.
La Revolución está surcada por el canto de los poetas que asumen el revolucionario riesgo de la verdad. El canto a la revolución hoy no es solamente el odio infinito a quien la ataca. Cuba necesita una carga para acabar la obra de la revolución, para que nuestros hijos no mendiguen de hinojos la patria que sus padres le han ganado de pie – nos estará martillando la conciencia con sus versos y su vida comprometida R. M. Villena. Esa carga no puede ser otra que la revolución socialista. Y de nada sirve que salgan los epígonos a romper lanzas contra las voces “torpes”.
Lo que cuenta es que se abra el debate democrático revolucionario por el socialismo en Cuba. En ello le va la vida al pueblo cubano. En ello le va la vida al socialismo en América Latina. Con el socialismo revolucionario en Cuba estaremos a tiempo de impedir que el capitalismo imperialista se extienda sobre los pueblos de nuestra América con esa fuerza desintegradora.
RCA
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/68957-cuba-o-es-socialista-o-no-ser%C3%A1-para-el-bien-de-todos.html
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