F- La respuesta palestina
La inmigración sionista a Palestina comienza, así como su conquista y colonización, por medio de métodos (compra de tierras, usurpación y, más tarde, expulsión) que ciertamente denotan la simulación sionista de pensar el lugar como un desierto, al estilo de la conquista de Norteamérica. Y con la inmigración politizada ya comienzan los conflictos. El botín, el territorio; y por un lado estaban sus actuales pobladores y explotadores, y por el otro, la llegada a él de inmigrantes judíos que lo reivindican como propio, por considerarlo su lugar de origen y su tierra prometida por Dios.

Los palestinos se dan cuenta del proyecto sionista para Palestina casi dos años después de la Revolución de Octubre en Rusia. Tras llegar al poder, los bolchevique sacan a la luz un informe de la desaparecida policía secreta del zar en el que se informaba de la promesa británica al Movimiento Sionista. Al tener conocimiento de esta promesa que, por otra parte, coincide con el inicio del colonialismo británico en Palestina, los palestinos empiezan a organizarse.

A finales de 1919, se celebró el primer Congreso Nacional Árabe en Jerusalén y expresó su rechazo a la Declaración Balfour, exigiendo la independencia para Palestina. El Congreso Nacional Árabe estaba compuesto por personalidades de todos los ámbitos políticos, sociales, religiosos e intelectuales de la sociedad palestina y tenía un carácter ideológico nacionalista árabe - de ahí viene lo de árabe en el nombre del Congreso-. En 1932, el Congreso Nacional Árabe fue constituido como el Partido Istiqlal (Partido de la Independencia).

Palestina estuvo relativamente en calma entre 1922 y 1928 y el movimiento nacionalista palestino se limitó a la reivindicación política. Durante esta década, los sionistas iniciaron la fundación de sus organizaciones armadas como Haganá, Palmaj, Irgún y Lehi que fueron el núcleo central del actual ejército de Israel. Hay que reconocer que estás organizaciones fueron mejor organizadas y equipadas que las palestinas que se fundarían años después, también han sido curtidas en la I Guerra Mundial en su lucha al lado de los alemanes e ingleses.

En relación con el grupo Haganá, a pesar de que no fue reconocido oficialmente por la administración británica, las tropas del Mandato británico lo favorecieron mediante la formación de la llamada Policía de los Asentamientos Judíos, las Fuerzas Auxiliares Judías y las Escuadras Nocturnas Especiales.

Los grupos de resistencia palestina no llegaron a constituirse hasta los años treinta. Y con la desventaja de que los británicos prohibían cualquier expresión armada palestina al tiempo que toleraban y colaboraban en el armamento y el entrenamiento militar en los kibutz (granjas) sionistas. En 1936 la Haganá contaba con 10.000 hombres movilizados y más 40.000 reservistas. Los ataques de los grupos de colonos armados en las aldeas y pueblos palestinos motivaron el nacimiento de las primeras células armadas palestinas. El enfrentamiento entre ambos bandos fue creciendo día tras día. La represión británica y la supremacía militar sionista condujeron a que los palestinos declararan la famosa Gran Huelga General que duró tres año, 1936-1939.

La Gran Huelga General empezó como un acto de desobediencia civil por parte de los palestinos hacia la administración colonial británica y las colonias sionistas. En abril de 1936, los dirigentes palestinos, liderados por Hajj Amin al-Husayni, declararon la huelga para protestar contra la política colonial británica y las facilidades que ponía para la inmigración judía a Palestina, exigiendo elecciones inmediatas que, basadas en su mayoría demográfica y su derecho histórico, habrían resultado en un gobierno palestino democrático.

Al cabo de un mes del inicio de la huelga general, los palestinos declararon su negativa a pagar impuestos a las autoridades británicas como oposición explícita a la inmigración sionista. En el campo de la revuelta armada, ésta empezó siendo esporádica y volviéndose más organizada con el tiempo. Un blanco particular de huelguistas fue el oleoducto TAP que iba de Kirkuk (Iraq) a Haifa (Palestina) construido sólo unos años antes, y que fue destruido en varios puntos de su trayecto. Se produjeron también ofensivas a vías férreas y colonias sionistas, tanto individualmente como en grupos.

La huelga fue desconvocada provisionalmente en octubre de 1936 y la resistencia colectiva se detuvo alrededor de diez meses mientras la Comisión Peel (designada por Gran Bretaña y la Sociedad de Naciones) deliberaba y recomendaba la partición de Palestina en dos Estados. Con el rechazo de esta propuesta la revuelta se reanudó de forma masiva durante el otoño de 1937, marcado por el asesinato en Nazareth del comisionado Andrews a manos de un grupo sionista. La rebelión se prolongó durante 1938 y 1939.

A pesar de la represión ejercida por 20.000 soldados británicos, ayudados por 14.500 miembros de la banda Haganá y Pelmaj, la Gran Huelga General resistió durante tres años. Cuando los británicos y los sionistas consiguieron controlar la situación, en marzo de 1939, entre 10.000 y 25.000 palestinos (no existe cifra exacta), 400 judíos y 200 británicos habían perdido la vida.

Estando a las puertas de la II Guerra Mundial y para calmar los ánimos de mayoría palestina tras la huelga general, el Mandato Británico empezó a limitar la inmigración judía a Palestina en 1939 mediante la publicación del Libro Blanco que nunca fue del todo aplicado (ver nota 2). En respuesta, la banda Haganá comenzó a organizar inmigraciones clandestinas y manifestaciones en contra de Gran Bretaña. Creó la Agencia para la Inmigración Paralela que se dedicada a eludir las leyes inmigratorias británicas a través de bases en Suiza y Turquía, y empezó una serie de ataques esporádicos contra las aldeas palestinas y los intereses de la Administración colonial británica.

Otra bandas sionistas siguieron el ejemplo de la Haganá y empezaron a lanzar sus ataques contra los pueblos palestinos y la Administración británica. El ataque más famosos contra los británicos fue el atentado del Hotel Rey David, sede del Autoridad Militar del Mandato Británico en Palestina y de la División de Investigación Criminal de los británicos, ocurrió el 22 de julio de 1946 en Jerusalén y fue coordinado y perpetrado, con explosivos colocados dentro del hotel, por tres bandas judías: la Haganá, la Irgún y la Lehi. Como consecuencia de este atentado murieron 92 personas y 45 resultaron heridas, según las estadísticas sionistas.