Y pensamos que lo sorprendente era el reajuste ministerial...

Andrés Gómez / Rebelión

El lunes pasado, 2 de marzo, el gobierno cubano hizo saber de cambios sustanciales en su equipo gobernante. Aunque como se explica en la Nota Oficial del Consejo de Estado dando a conocer los mismos, cambios en la estructura del Estado y del gobierno y en cuanto a dirigentes, habían sido previstos desde la elección del nuevo presidente cubano el 24 de febrero del año pasado, como él mismo dejara saber en su discurso inaugural ante la Asamblea Nacional, éstos no han dejado de sorprender a muchos en Cuba como en el extranjero, tanto a revolucionarios como a otros, amigos y enemigos.

Quizás sea por la magnitud de los cambios y que ellos ocurrieran a la misma vez; o quizás sea porque el sistema cubano de gobierno no acostumbra a hacer tantos cambios de esta índole y por lo tanto no estamos habituados a ellos y nos sorprenden.

En realidad, a pesar de la continuidad propia del sistema político cubano, todo nuevo presidente de gobierno tiene la necesidad de conformar su propio equipo gobernante. Esto, además de que los cambios que ocurren en la sociedad cubana y los cambios a nivel internacional, como también el cansancio y desgaste de los que dirigen, así como la necesidad de nuevos empeños y responsabilidades, exigen este tipo de cambio en todos los gobiernos.

Los cambios anunciados dejan saber de la sustitución de 10 miembros del Consejo de Ministros, la designación de 11 miembros al mismo organismo, incluyendo el nombramiento de un nuevo Secretario de este Consejo, además del nombramiento de un nuevo Secretario del Consejo de Estado, así como la fusión de cuatro antiguos ministerios en dos nuevos ministerios. Al día siguiente, al informarse sobre quiénes son los Vicepresidentes del Consejo de Ministros, se supo que el Comandante de la Revolución, Pedro Miret, y el antiguo dirigente, Osmany Cienfuegos, ya no se desempeñan como vicepresidentes del mismo. La Nota Oficial del Consejo de Estado también dejó saber que la reestructuración de ciertos organismos del Estado y del gobierno, así como cambios de dirigentes de los mismos, continuará en el futuro.

Pudiera ser también que lo que aquel día nos sorprendió más fue que los cambios anunciados incluyeron tareas principales de dos destacadísimos dirigentes revolucionarios: Carlos Lage y Felipe Pérez Roque quienes ya no continuarán en sus responsabilidades como Secretario del Consejo de Ministros y de su Comité Ejecutivo y Ministro de Relaciones Exteriores respectivamente.

Pero en realidad lo más sorprendente de todo, el simbombazo, estaba por venir y se supo en la tarde del día siguiente, martes 3 de marzo, a través de una reflexión de Fidel titulada, “Cambios sanos en el Consejo de Ministros”.

En ésta, después de aclarar que a él se le había consultado previamente todos los cambios a realizarse anunciados en la Nota Oficial y otros asuntos, nos dejó saber que: “No se ha cometido injusticia alguna con determinados cuadros. Ninguno de los dos mencionados por los cables como más afectados, pronunció una palabra para expresar inconformidad alguna. No era en absoluto ausencia de valor personal. La razón era otra. La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno. El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos”. A reglón seguido Fidel continuó su reflexión hablando de pelota, del Clásico de Pelota –beisból- que está a comenzar...

La acusación de Fidel me dejó anonadado. Primero, porque, ¿quiénes otros dos pudieran ser “los dos mencionados por los cables como más afectados” que Lage y Felipe? Después, porque por largos años seguí su meritorio desempeño público y los he conocido y admirado me pregunté, ¿cómo ha sido esto posible?

Y entonces me dije, si Fidel mantiene que el poder despertó en ellos dos ambiciones que los condujeron a un papel indigno, ¿cómo es posible que se les trate de compañeros en la Nota Oficial del día anterior y que mantengan sus puestos en otros fundamentales organismos del Estado y del Partido: Lage como Vicepresidente del Consejo de Estado y Miembro del Buró Político del Partido, y Felipe como Miembro del Consejo de Estado y Miembro del Comité Central del Partido?

Este asunto concerniente a Lage y a Felipe necesita aclaración oficial, más pronto que tarde. El pueblo cubano, todos, la necesitamos.

Mientras tanto, como siempre, ahora se requiere aprender de errores y continuar enfrascados en profundizar la obra común de la Revolución, si se quiere hablando o jugando pelota.